Dolce & Gabbana, ya unos clásicos de la pasarela milanesa vuelven a sorprenderme, como lo llevan haciendo desde hace un par de años, con una colección alejada de los clichés que suelen (o solían) asociarse a esta marca, es decir, una estética muy "italiana", con mucho escote, print animal, corsés, y demás.
Si bien sus creaciones siempre seguirán muy influidas por la corsetería y por la lencería (al menos en cuanto a realización de las prendas se refiere), Stefano y Domenico han sabido dar no una sino varias vueltas de tuerca a su poderosa firma.
Si en colecciones anteriores veíamos a David Bowie o Steve McQueen decorando las camisetas de D&G, en esta ocasión es la prima donna Maria Callas quien ocupa esa posición. Ella y el arte que la definía, la ópera, son el leitmotiv de la colección.
Ópera y teatro vienen a la mente si reviso los materiales: terciopelos, brocados, tules, satén, algo de encaje y cinturones que parecen los alzapaños de las cortinas rojas que cubren los escenarios.
Además de prints de la Callas, hay carteles de óperas impresos no sólo en camisetas, sino también en vestidos, largos y cortos.
Me ha encantado que se hayan decidido a jugar tanto con las texturas y los volúmenes, sobre todo en las faldas rígidas (que siempre me recuerdan al trabajo de Ghesquiére en Balenciaga, él ha sabido devolver estas formas y ahora las veo presentes casi siempre).
Quien esperara que la crisis traería contención a lo nuevo de D&G, habrá comprobado que frente a la recesión, la marca trae opulencia, derroche, extravagancia...veremos qué tal lo recibe el público y la crítica.
A mí me ha gustado, si bien algunos looks no me han convencido, mientras que en general no la veo como una colección para lucir un total look, sino para extraerla por partes y combinarla con prendas más sobrias.
Si bien sus creaciones siempre seguirán muy influidas por la corsetería y por la lencería (al menos en cuanto a realización de las prendas se refiere), Stefano y Domenico han sabido dar no una sino varias vueltas de tuerca a su poderosa firma.
Si en colecciones anteriores veíamos a David Bowie o Steve McQueen decorando las camisetas de D&G, en esta ocasión es la prima donna Maria Callas quien ocupa esa posición. Ella y el arte que la definía, la ópera, son el leitmotiv de la colección.
Ópera y teatro vienen a la mente si reviso los materiales: terciopelos, brocados, tules, satén, algo de encaje y cinturones que parecen los alzapaños de las cortinas rojas que cubren los escenarios.
Además de prints de la Callas, hay carteles de óperas impresos no sólo en camisetas, sino también en vestidos, largos y cortos.
Me ha encantado que se hayan decidido a jugar tanto con las texturas y los volúmenes, sobre todo en las faldas rígidas (que siempre me recuerdan al trabajo de Ghesquiére en Balenciaga, él ha sabido devolver estas formas y ahora las veo presentes casi siempre).
Quien esperara que la crisis traería contención a lo nuevo de D&G, habrá comprobado que frente a la recesión, la marca trae opulencia, derroche, extravagancia...veremos qué tal lo recibe el público y la crítica.
A mí me ha gustado, si bien algunos looks no me han convencido, mientras que en general no la veo como una colección para lucir un total look, sino para extraerla por partes y combinarla con prendas más sobrias.
Me gustó el primer estilo. Minimalista chic.
ReplyDeleteSoy nueva y me gusta tu blog.
ReplyDeletePasate por el mio y sigueme!
Graciasss:)!
Gracias por el comentario que me dejaste.
ReplyDeleteEn cuanto puedas vuelvete a pasar y hazte seguidora, asi al menos llegare a uno jajaja.
Adios!